Abre los ojos y mira más allá

¿Cuantas veces a lo largo de la vida nos hemos encontrado perdidos, sin rumbo, sin ese camino por el que ir directa hacía alguna meta?

Me atrevería ha decir que muchas veces. Y es que ahora me encuentro en esa situación, de no saber donde estoy, a que pertenezco o incluso hacia donde van dirigidos mis pasos. Creo que es peor que jugar al escondite y ver que nadie es capaz de encontrarte, de buscarte o porque no decirlo... de salvarte la vida. Parece triste pero es cierto, siempre he pensado que las cosas se solucionan a través de uno mismo, que no hace falta el impulso de los demás o ese simple consejo que te daría un gran amigo o porque no un desconocido, soy de las que apoya el si quieres, puedes. Y pienso que si entre yo sola en ese pozo, también podré escapar de él.

Mucha gente me achaca el hecho de no mostrar más lo que siento, mis pensamientos o aquella pólvora que puede explotar en mí y yo siempre digo que no puedo cambiar algo que soy. Pero ahora os digo que bien tonta por creerme esa mentira. A lo mejor no se trata de cambiar si no de mejorar, ya no me vale el bueno poco a poco..., es que no me apetece..., básicamente son excusas , las cuales hacen que me hunda mas en el fango donde estoy metida y es que me da rabia pensar que he estado perdiendo mi tiempo creyendo algo que no era cierto.

Porque perdona que os diga pero estaba muy equivocada. Creo que ha llegado el momento de que me abra hacía los demás, de mostrar cada cosa que siento sin recurrir al miedo del que dirán y de mostrar a los demás que si están a mi lado, es porque son una pieza clave de este rompecabezas y porque confió en ellos como nunca antes lo había hecho.

Y otra cosa que he podido aprender, es que hay que escuchar. Nos centramos en aconsejar a los demás aun sabiendo incluso que ni nosotros mismos tenemos las ideas claras. Y ahora si yo te dijera que en vez de intentar ayudarme con un consejo, me miras a los ojos y me dices que estás ahí. ¿ Qué me dirías?