¿ Nunca os habéis preguntado como
será vuestra vida dentro de unos años? ¿sí tendréis pareja,
hijos o si nada de eso sucediera y nos encontráramos solos?
Pues bien hoy vengo hablar de la
soledad, mejor dicho, hoy vengo hablaros de mi MIEDO y sí, lo pongo
con mayúscula porque es mi peor miedo, el que me agobia, me queda
sin respiración, el que me hace cuestionarme la vida y agarrarme más
fuerte a ella. No puedo llegar a imaginar mi vida sin alguien con
quien compartirla, sin esa persona o personas que me hagan mirarla
con otros ojos y hagan que lo vea todo de una manera diferente. Y es
que por más que lo pienso, tiemblo, ese miedo me invade el corazón
y no me hace pensar más allá.
Por desgracia o por suerte, aunque son
pocos años los que he vivido todavía y muchos los que me quedan, he
tenido que pasar por situaciones de soledad, de no saber a donde ir,
ni que hacer. Creo que si no fuera por mi forma de ser, en muchos
momentos me hubiese hundido como el Titanic. Necesito que en
ocasiones tiren de mi o que me hagan ver que por muchas cosas que
pasen siempre van a estar ahí, me refiero aquellas personas que
considero mis amigos, familia... en fin a MI GRAN TESORO.
A lo largo de mi vida he tenido que
pasar por muchos cambios, y no muy fáciles que digamos, aunque
también creo que mucha gente habrá pasado por ellos. En tercero de
la eso tuve que repetir y eso conllevo tomar la mejor decisión de mi
vida, dar un vuelco y cambiar de rumbo. Cambié de instituto, pero no
era uno cualquiera, era al más grande de extremadura... no conocía
absolutamente a nadie, pero claro los demás si se conocían entre
ellos, por lo que me tocaba a mi abrirme y hacerles ver que merecía
la pena conocerme. Ahora que lo escribo parece todo muy sencillo,
pero creo que fue una de las peores etapas de mi vida. Quien me
conoce sabe que soy una chica reservada, pero que hasta que no cojo
confianza no soy capaz de soltarme... a si que os podéis imaginar el
panorama y lo perdida que estaba por allí. En ese momento me di
cuenta de que lo que sentía cuando sonaba el timbre del recreo era
miedo, miedo a sentirme sola y ver que nadie se preocupara por mi.
Pero todo cambió cuando conocí a mi mejor amigo y me empecé a dar
cuenta de que eso de ser un poco más sociable merecía mucho más la
pena. A raíz de ahí todo comenzó a ir sobre ruedas, estaba más
feliz que nuca y pude comprobar que si que había sido la mejor
decisión de mi vida.
Normalmente necesitamos tiempo para
pensar, meditar... y eso cuando más nos gusta es cuando estamos
solos, necesitamos espacio para sentirnos a gusto con nosotros mismo,
pero para mi, si ese espacio es el menor posible pues mucho mejor. No
ha sido nada fácil contar esto, pero creo que este blog merece la
pena y me está ayudando a abrirme más hacia los demás.
Buenas tardes, Beatriz. Me gustan estas entradas en las que te muestras como eres, exteriorizando tus sentimientos.
ResponderEliminarSé que hay situaciones complicadas, en las que necesitas un hombro en el que llorar y en el que apoyarte pero no siempre debemos depender de los demás, olvidando lo que valemos por nosotros mismos, sino que somos nosotros los que tenemos que tirar del carro, afrontando cada situación. Un saludo.
Muchas gracias Mirian, llevas mucha razón y en esta vida debemos luchar, ya sea junto a alguien o por uno mismo.
EliminarBuenas Bea.
ResponderEliminarMe gusta tu manera de expresarte y es bonito ver como te abres en tus entradas.
Quizás todo el mundo alguna vez, hayamos sentido en alguna ocasión el miedo ese del que hablas, esa sensación de quedarte sola o de no conocer a nadie y no saber que hacer, o de qué nos deparará el futuro a cada uno de nosotros. Puede que a mí, me dé un poco de miedo el futuro, el no saber que será de mí y de las cosas que ocurrirán. Pero en eso consiste la vida, en no saber que pasará y de afrontar aquellas cosas que se crucen en nuestros caminos.
Un saludo.
Estoy encantada con la última frase y es que es verdad, ya que una de las cosas más bonitas que hay, es dejarnos sorprender y afrontar lo que venga.
Eliminar¡Qué bonita entrada Beatriz! Me he sentido muy identificada contigo. Creo que todos alguna vez en nuestra vida hemos pasado por situaciones difícil que parecían imposibles de superar. Y como bien dices, la vida es realmente bonita cuando conoces a personas que sí que merecen la pena. Enhorabuena Bea. Un saludo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias María, me encanta leerte y ver que tu también inviertes tiempo en mis entradas. A pesar de las dificultades, todos nosotros sabemos que de una manera u otra vamos a salir a flote. Un saludo
Eliminar¡Buenas, Beatriz!
ResponderEliminarMe ha resultado una entrada muy emotiva, no todo el mundo tiene el valor de decir lo que siente o sus mayores temores. Pienso que la soledad en uno mismo es muy necesaria, pero es muy diferente a la soledad de sentirnos aislados del mundo, que es un poco lo que experimentaste en aquellos días, ese sentimiento es de los peores que existen. Pero son momentos de la vida, pequeños baches que nos marcan y que nos hacen crecer.
Muy buena entrada.
Cuídate.
Buenas tardes Sara, es muy gratificante leer tus palabras. Como tu dices hay momentos en la vida, buenos y malos, y si tropezamos en alguno malo solo hay que levantarse y seguir caminando. Un saludo
Eliminar